Argentinians call for boycott of Israel

En una multitudinaria movilización convocada por las comunidades palestinas y árabes de Argentina, en conjunto con diversas organizaciones polí­ticas y sociales, el pueblo argentino expresó su repudio y condena frente a la embajada sionista de Buenos Aires por la reciente masacre perpetrada por el Estado terrorista de Israel a la flotilla humanitaria que se dirigí­a a Gaza para llevar alimentos y medicamentos a los miles de palestinos que viven en condiciones inhumanas producto del bloqueo alli levantado por Israel desde el 2002.
En dicho acto se exigieron medidas concretas de castigo y condena como la ruptura del tratado Mercosur-Israel y del acuerdo tecnológico firmado en el 2009, mientras se bombardeaba Gaza, entre el gobierno argentino y el Estado de Israel, como asi también la condena a los responsables de la masacre a la flotilla de la libertad, el cese del bloqueo a Gaza y la libertad y desprocesamiento para los luchadores antisonistas.

Reproducimos la Carta de Roberto Martino, preso por el sionismo, leí­da en dicho acto: Penal de Marcos Paz, 1/6/10

La masacre perpetrada por el Estado de Israel contra una embarcación que transportaba ayuda humanitaria a Gaza pone al desnudo -una vez más- el verdadero carácter de dicho Estado. La inmediata y unánime reacción internacional condenando el crimen israelí­, aun de gobiernos como el de EE.UU. y paí­ses de Europa, no dejan lugar a dudas.
Aun así­, el gobierno de Tel Aviv ha decidido continuar con la agresión mintiendo y encarcelando a quienes quedaron con vida, los que fueron tomados prisioneros en aguas internacionales..
El sionismo a nivel internacional ha salido a justificar la masacre bajo el argumento de que fueron atacados, cuando es de conocimiento público que las embarcaciones transportaban ladrillos, cemento, materiales médicos, alimentos y sillas de ruedas. Y que la tripulación estaba compuesta por reconocidos activistas por la paz mundial, periodistas, intelectuales y ONGs humanitarias.
Hacen ya 30 dí­as que me encuentro privado de la libertad, después de un año de vivir perseguido por denunciar la polí­tica criminal del Estado israelí­; por haber convocado y participado de las marchas contra el bombardeo a Gaza a principios de 2009.
Por ello, el juez Bonadí­o, instigado y presionado por la DAIA y la Embajada de Israel, pretende condenarme bajo la acusación de discriminación, antisemitismo, prepotencia ideológica y tenencia de armas. Otra mentira, como con la que hoy intentan ocultar el crimen.
Mi permanencia en la cárcel sólo puede ser obra, entonces, de la falta de justicia así­ como del sometimiento gubernamental al lobby sionista.

Roberto Martino

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